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La semana pasada, el sábado a la madrugada más precisamente, me fui solita a Madrid a visitar a la flia española y de paso a ver una banda amiga de aca que esta de gira por España.
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Bueno, yo y mis madrugones. A las 5am partí de casa y lo dejé a P. durmiendo plácidamente en mi cama (que envidia me dió)...Caminando hacia la parada me crucé con gente que volvía de salir un tanto borracha y diciendo cosas al aire, que miedito me da eso, por suerte el bondi vino rápido.
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En Victoria estoy llegando al andén del Ladri Express y se me va uno en mis narices. Espero el siguiente y pido billete i/v y me cobran la no módica suma de 28.80 libras. Ahi bauticé al Gatwick Express como Ladri Express. Si mi pasaje de avión de Easyjet me había costado 34 libras, no puede ser !!! En realidad sí puede ser....lamentablemente.
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Bueno, en resumen, bondi, tren, avión, metro, y llego a lo de mi tía cerca del Parque del Retiro como a la 1pm. Ella como siempre súper cariñosa. Tiene 70 y pico y me recibió con la cama hecha, toallas limpias, un almuerzo organizado con otros tíos y primos y un abrazote por supuesto. Es única y todos la adoramos, en Madrid y en Buenos Aires. A ella la conocí cuando tenía algo de 10 años, en Argentina, porque de las tías españolas era la que más iba a Argentina.
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Cuando me vine a Europa por primera vez a los 22 me instalé 3 semanas en su casa, si, la re invadí, pero ella como siempre tan abierta y sencilla me recibió con los brazos abiertos, me dio las llaves y un mapa y me dijo, hace tu vida. Salí a recorrer, andá aca, andá allá. Obvio yo me la pasaba de tour conociendo a los quichicientos primos, tíos y hasta sobrinos que nunca antes había visto. Onda, hola soy tu parienta del culo de mundo, que tal? A mi me parecia re loco estar ahi conociendolos y era re divertido a la vez. En Madrid cumplí los 23. Que pendex ! A partir de ahi y cuando me instalé en Europa a los 29, siempre voy a Madrid al menos 2 veces al año a verlos. Para mi ir a Madrid es como ir a Buenos Aires. Es una necesidad afectiva.
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Mi tía me contaba que su madre, o sea la hermana de mi abuela y mi abuela (que se enamoro de un Sr. Argentino y se fue a vivir a Bs As) se propusieron no cortar los lazos familiares a pesar del oceano que habia de por medio y se esforzaron en que sus hijos estén en contacto a la distancia, aunque no se conozcan personalmente. Entonces mi viejo y mis tíos se carteaban con sus primos españoles y se contaban de sus vidas en Madrid y en Buenos Aires. Luego cuando fueron más grandes pudieron viajar y conocerse personalmente. Esa semillita que ellas pusieron está claro que dio sus frutos porque hoy en día se hablan todo el tiempo, y además de ser parientes, son amigos.
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Durante esos cuatro días me ví con mis tíos y tias durante el día y con mis primas y primos a la noche. Con los de mi edad nos íbamos a tomar algo a algún bar de por ahí y lo pasamos genial. Siempre hablando de hacer algún viaje juntos. Esta vez quedamos en ir a la India, ojalá se dé !
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El domingo fui a una milonga en Madrid llamada El Despiole, porque mi prima quería conocer y a mi me divertía ir aunque no tenía los zapatos. Ella se quedó alucinada y hasta la sacaron a bailar, lástima que en el tango no se puede improvisar. Yo al final me animé y bailé un poco. Y ella sentadita con su cerveza mirando estaba encantada. A ver si se anima y toma un par de clases, al menos para probar.
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Luego esa noche cuando volví a lo de mi tía estaba en la cocina tomando un vaso de agua y no se por qué me puse a pensar en mi viejo, a quién conocí poco personalmente ya que se murió cuando yo tenía 4 años. Pero lo conocí bastante con los cuentos de mis tíos de aca y de allá, porque él vivió en Europa un tiempo antes de casarse. Pensaba que qué bueno sería poder contarle que estoy en lo de su prima española. Que yo también los conocí a todos y que al igual que él me hice amiga de los de mi generación y es muy loco que la cadena no se corte. Que esos parientes que en algún momento de nuestras vidas los hayamos visto como lejanos y abstractos, luego se hayan convertido en algo tan real, cercano y duradero. Y en cambio por razones obvias uno no puede ponerse a charlar con los muertos como en Sexto Sentido. Quería contarle y no podía. Las reglas de la vida y del tiempo, that is...
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El lunes fui a almorzar a lo una de mis tías (si, son millones). La cuestión es que hablando de la vida me viene a comentar eso mismo, que que loco que estemos tan en contacto y que hoy yo esté en su casa comiendo con ella, que quién lo hubiera pensado, que qué lindo sería poder compartir todo esto tan copado con los que ya no están. Y al igual que yo, ella piensa que si saben. Que desde donde estén se enteran. Ojalá así sea...y que la cadena no se corte nunca.
